Los pasos a nivel son complicados y peligrosos, pero aún
es más complicado acabar con el coche completamente dentro de la vía del tren,
como en esas películas de acción donde las llantas se acoplan perfectamente a
los raíles y convierten al coche en un rival moderno del AVE. Claro que las
películas suelen elegir modelos de coches más elitistas, de BMW para arriba, y
no el modesto Ford Mondeo que anoche estuvo a punto de provocar una tragedia a
la entrada de Lorca.
Parte trasera del coche |
Los hechos se produjeron sobre las once de la noche; para
concretar más sólo habría que consultar el horario de trenes, porque uno de los
protagonistas involuntarios del siniestro fue el Talgo que hace la conexión
entre Barcelona y Lorca. Por causas desconocidas, en el lugar conocido como
Camino de los Olmillos, próximo a la pedanía lorquina de Hinojar, un coche se
saltó un stop en un cruce con forma de T, siguió recto, saltó la cuneta, subió
por encima del terraplén por donde pasa la vía y acabó dentro, con las ruedas
encajadas en los raíles y mirando a Lorca. De manera que, cuando el tren enfiló
la recta entre La Hoya y la estación de San Diego, se encontró con un coche
perfectamente aparcado, pero encima de la vía.
El talgo arrastró al vehículo unos cuantos metros hasta
meterlo en una zanja llena de maleza al otro lado del terraplén. Con el lógico
susto en el cuerpo, el maquinista y el personal a bordo del tren bajaron al
campo y se pusieron a buscar a los ocupantes del coche; pero allí no había
nadie. Mientras tanto, empezaron a escucharse las primeras sirenas. Bomberos,
varias ambulancias del 061, Guardia Civil, Policía Local e incluso la Policía
Nacional. Todos ellos se fueron de vacío, ya que afortunadamente el accidente
se saldó sin víctimas.
A su debido tiempo, el convoy avanzó los escasos
kilómetros que le separaban de la estación de Sutullena, mientras pocos minutos
después pasaba por el lugar el siguiente tren de cercanías, a la mínima
velocidad, haciéndose oír a golpe de pito y con los escasos pasajeros de la
madrugada haciendo visera desde las ventanillas para tratar de ver algo.
El golpe le dobló a la máquina algunas partes más expuestas,
como los peldaños que permiten acceder a la máquina, y rompió una conexión que
alguien acostumbrado a ver trenes identificó como algo del freno. En cualquier
caso, pasada la una de la mañana el tren puso rumbo a los talleres de Murcia, para
someterse a las reparaciones adecuadas.
El Ford Mondeo fue arrastrado hasta una grúa y llevado primero a un taller,
y luego, supongo yo, hasta el desguace más cercano.
Poco después apareció una pareja de mediana edad; la
mujer afirmó que la responsable era ella, que se había despistado y se le había
metido el coche dentro de la vía; que cuando vio que llegaba el tren salió del
coche y echó a correr. Unos pasos atrás, el marido guardaba silencio... En cualquier caso,
corresponderá a la Guardia Civil averiguar quién iba al volante y en qué
condiciones. Ahí les dejamos, con las luces azules de la furgoneta de Tráfico mandando
reflejos metálicos sobre las aguas tranquilas de las acequias del Hinojar.
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