viernes, 5 de octubre de 2012

Accidente de tren sin víctimas en Hinojar (Lorca)


            Los pasos a nivel son complicados y peligrosos, pero aún es más complicado acabar con el coche completamente dentro de la vía del tren, como en esas películas de acción donde las llantas se acoplan perfectamente a los raíles y convierten al coche en un rival moderno del AVE. Claro que las películas suelen elegir modelos de coches más elitistas, de BMW para arriba, y no el modesto Ford Mondeo que anoche estuvo a punto de provocar una tragedia a la entrada de Lorca.

Parte trasera del coche
 

             Los hechos se produjeron sobre las once de la noche; para concretar más sólo habría que consultar el horario de trenes, porque uno de los protagonistas involuntarios del siniestro fue el Talgo que hace la conexión entre Barcelona y Lorca. Por causas desconocidas, en el lugar conocido como Camino de los Olmillos, próximo a la pedanía lorquina de Hinojar, un coche se saltó un stop en un cruce con forma de T, siguió recto, saltó la cuneta, subió por encima del terraplén por donde pasa la vía y acabó dentro, con las ruedas encajadas en los raíles y mirando a Lorca. De manera que, cuando el tren enfiló la recta entre La Hoya y la estación de San Diego, se encontró con un coche perfectamente aparcado, pero encima de la vía.


             El talgo arrastró al vehículo unos cuantos metros hasta meterlo en una zanja llena de maleza al otro lado del terraplén. Con el lógico susto en el cuerpo, el maquinista y el personal a bordo del tren bajaron al campo y se pusieron a buscar a los ocupantes del coche; pero allí no había nadie. Mientras tanto, empezaron a escucharse las primeras sirenas. Bomberos, varias ambulancias del 061, Guardia Civil, Policía Local e incluso la Policía Nacional. Todos ellos se fueron de vacío, ya que afortunadamente el accidente se saldó sin víctimas.

            A su debido tiempo, el convoy avanzó los escasos kilómetros que le separaban de la estación de Sutullena, mientras pocos minutos después pasaba por el lugar el siguiente tren de cercanías, a la mínima velocidad, haciéndose oír a golpe de pito y con los escasos pasajeros de la madrugada haciendo visera desde las ventanillas para tratar de ver algo.
 
           El golpe le dobló a la máquina algunas partes más expuestas, como los peldaños que permiten acceder a la máquina, y rompió una conexión que alguien acostumbrado a ver trenes identificó como algo del freno. En cualquier caso, pasada la una de la mañana el tren puso rumbo a los talleres de Murcia, para someterse a las reparaciones adecuadas.


        El Ford Mondeo fue arrastrado hasta una grúa y llevado primero a un taller, y luego, supongo yo, hasta el desguace más cercano. 

 
            Poco después apareció una pareja de mediana edad; la mujer afirmó que la responsable era ella, que se había despistado y se le había metido el coche dentro de la vía; que cuando vio que llegaba el tren salió del coche y echó a correr. Unos pasos atrás, el marido guardaba silencio... En cualquier caso, corresponderá a la Guardia Civil averiguar quién iba al volante y en qué condiciones. Ahí les dejamos, con las luces azules de la furgoneta de Tráfico mandando reflejos metálicos sobre las aguas tranquilas de las acequias del Hinojar.



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