A las 4 de la tarde de hoy, en la calle Narciso Yepes de Lorca, a muy poca distancia del inicio de la Corredera y del Paso Azul, se han empezado a escuchar los gritos de una mujer, que ha bajado a la calle despavorida diciendo que uno de sus compañeros de piso estaba muerto.
Los vecinos de la zona afirman que se trata de uno de los llamados pisos-patera, en los que conviven numerosos trabajadores inmigrantes, tratando de ahorrar lo más posible para poder subsistir, ellos aquí y sus familias en sus países. En este caso, se trata de una comunidad africana, seguramente de Senegal. Varias fuentes afirman que compartían un piso en La Viña, pero que se tuvieron que trasladar a éste porque su vivienda resultó dañada por los terremotos.
De inmediato ha llegado una ambulancia, que se ha marchado poco después. También han aparecido varias patrullas de la Policía Nacional, además de la comisión judicial. El fallecido era un hombre de 37 años y origen africano, que según varios testimonios había estado trabajando por la mañana; ha vuelto al piso, y unas horas más tarde se lo han encontrado muerto en la cama.
Mientras los forenses cumplían con su cometido, la calle se ha llenado de gente; muchos de ellos, compatriotas del fallecido. Los rumores de las conversaciones se han roto unos minutos después de las 5 de la tarde, cuando del portal ha salido llorando una mujer. Poco después, los servicios funerarios se han llevado el ataúd con el joven que ha acabado sus días tan pronto, y tan lejos de su país de origen, viviendo modestamente para poder mandar unos euros a su familia
Por el momento no hay nada que haga indicar que se ha tratado de una muerte violenta, aunque tendrá que ser la autopsia la que esclarecerá las causas del fallecimiento. DEP.
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