viernes, 4 de enero de 2013

La mayor trama de robos de maquinaria pesada



            La Guardia Civil y la Policía Nacional se han superado. Cinco operaciones policiales llevadas a cabo en el último año y medio han permitido desarticular la que califican como la mayor trama internacional de tráfico fraudulento de maquinaria pesada de los últimos años. Las operaciones Góndola, Kayak, Ícarus, Arreake y Retorno -que relaciono por orden cronológico- han permitido detener a cerca de cincuenta personas por diversos delitos y recuperar máquinas de obra con un valor conjunto de más de 1'2 millones de euros.

            La nota de prensa distribuida por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) es tan entretenida, que he decidido reproducirla tal cual, incluyendo los epígrafes y los comentarios que hacen sus autores. La única intervención, además de marcar en negrita algunas partes que me parecen especialmente destacadas, la haré a la hora de hablar de los detenidos: en vez de copiar las enumeraciones de siglas, edades y demás, las resumiré para que el texto sea más legible. Haré lo mismo cuando enumeren las máquinas y el modelo.

            Al final de este artículo haré referencia, además, a otras dos operaciones concluidas con éxito por la Guardia Civil.

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Desmantelada la mayor trama internacional de tráfico fraudulento de maquinaria pesada de los últimos años

Murcia, 3 de enero de 2013. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, en una operación conjunta que se ha prolongado durante el último año y medio, han desmantelado la mayor trama internacional conocida en los últimos años dedicada al tráfico fraudulento de maquinaria de obra pública y civil. Desde que se iniciaran las actuaciones, en el mes de agosto de 2011, se han desarrollado un total de cinco operaciones policiales que se han saldado con la detención de un total de 47 personas por diversos delitos, entre ellos, robo con fuerza, hurto, falsedad documental, estafa, apropiación indebida, alzamiento de bienes y usurpación de personalidad.

            Además, durante las investigaciones han sido recuperadas un total de 25 máquinas sustraídas o apropiadas ilegalmente en diversas partes del territorio nacional, y cuyo valor supera el millón doscientos mil euros. Dicha maquinaria tenía como destino su venta en otras partes del territorio nacional en algunos casos, o su venta y exportación ilegal a países norteafricanos o de Oriente Medio, en otros.

            En el operativo destinado a la desarticulación del entramado criminal, que estaba formado por varias redes organizadas dedicadas al robo y apropiación indebida continuadas de maquinaria, han participado más de un centenar de agentes.

            Inicio de las actuaciones

            En agosto del pasado 2011, la Benemérita detectó la ocurrencia de sustracciones de maquinaria de obra pública previamente alquilada en varios concesionarios del ramo en lugares tan dispares como Villarrobledo (Albacete), Albacete, Jaén, Peligros (Granada), Molina de Segura (Murcia), Daimiel (Ciudad Real), Seseña (Toledo), Almazora (Castellón) y Ciempozuelos (Madrid).

            Ante tal oleada de hechos similares, se procedió a un estudio detallado de las circunstancias de cada caso, fruto del cual, se concluyó que el alquiler y posterior desaparición de estas máquinas no eran hechos aislados y casuales, sino que todo obedecía a un plan previamente diseñado (el tipo de máquinas sustraídas, los lugares de descarga, los periodos de alquiler, el modo de alquilarlas, etc.).

            La investigación y estudio de los casos puso de manifiesto que la mayor parte de las personas que participaban en estas acciones tenían amplios y profundos conocimientos del sector de la construcción de obras públicas, suponiendo además que contaban con la infraestructura adecuada para sustraer, ocultar, modificar y comercializar  las máquinas que acopiaban fruto de sus acciones ilícitas.

            Operación GÓNDOLA: tan sólo el principio

            Durante las investigaciones, la Guardia Civil y la Policía Nacional detectaron diferentes formas de actuación por parte de la trama ahora desmantelada.

            En la primera de las operaciones puesta en marcha, que fue bautizada como Operación GÓNDOLA, se comprobó cómo con antelación al alquiler de las máquinas, los integrantes de la trama indagaban en Internet y en el sector empresarial apropiado, localizando empresas con amplia solvencia y reputación de las que utilizaban sus principales datos y los de sus directivos, para, haciéndose pasar por éstos, contratar la máquinas que precisaban, algunas incluso ya eran solicitadas con un encargo previo. Los contactos normalmente se mantenían por teléfono o Internet, lo que dificultaba poner cara al verdadero autor de los  hechos.

            Posteriormente, cerrado el acuerdo de alquiler, se pagaba una pequeña fianza que se ingresaba en las cuentas bancarias de la víctima desde oficinas bien distanciadas de sus sedes.

            Las máquinas se depositaban en polígonos industriales, en la mayoría de los casos poco transitados, con la excusa de realizar en ellos algunos trabajos, y desde allí se trasladaban a locales convenientemente alejados, donde se ultimaba el golpe, para lo que se modificaban las características externas y de identificación.

            Posteriormente daban de baja los teléfonos o no se atendía a quienes llamaban para interesarse por sus máquinas, una vez descubierto el engaño. Los trabajos no existen, tampoco las empresas empleadas podían dar explicación a lo sucedido, y la única persona a la que los transportistas que trasladaban las máquinas veían, utilizaba DNI falsificado a nombre de una persona que realmente existe pero ajena a todo este entramado.

            En el primero de los casos investigados por la Guardia Civil, los miembros de la banda se aseguraban su impunidad utilizando como base de operaciones un taller de reparación de máquinas de oficina en Casillas (Murcia). Los responsables de recoger y modificar las máquinas sustraídas vivían de forma itinerante, alojándose en habitaciones de hoteles de carretera, y asegurándose de no ser detectados para lo cual empleaban a una mujer, quien se encargaba de hacer las reservas a su nombre, lo que suponía una seria dificultad a la hora de localizarles y seguir sus movimientos.

            Una vez conseguidas las máquinas, tras las manipulaciones oportunas, eran exportadas por un precio muy inferior a su valor real de mercado, al norte de África (Mauritania, Marruecos, etc.) donde actualmente existe un mercado emergente de este tipo de herramientas y su control es meramente improbable. Para la exportación se empleaban varias mercantiles, establecidas legalmente, pero bajo el control de varios miembros de la organización, lo que añadía una dificultad más para su descubrimiento.

            Durante la primera fase de la operación, una vez controlados los principales miembros de la organización, y los vehículos empleados, los investigadores practicaron diversos registros en Murcia y Alicante, donde fueron intervenidos numerosos efectos y diversa documentación que permitieron la detención de un total de siete personas -por supuestos delitos de estafa, falsedad documental, apropiación indebida y usurpación de personalidad-, y la recuperación de ocho máquinas de diferente tipo que la organización había sustraído: dos plataformas elevadoras, dos torres de iluminación, dos manipuladores telescópicos, una excavadora y un martillo hidráulico.

            Además, en esta primera fase se pudo suspender la exportación, desde el puerto de Valencia, de otras dos máquinas pesadas que ya habían sido dispuestas para su embarque rumbo a Marruecos. Por otro lado, se está analizando diversa documentación relativa a la exportación de otras máquinas sustraídas al objeto de averiguar su paradero actual.

            Durante la operación Góndola se procedió a la detención de las siguientes personas: un español de 49 años de edad, vecino de Murcia, que era el encargado de organizar y dirigir al resto de integrantes del grupo; otros cuatro varones españoles, de entre 37 y 62 años de edad, residentes en Murcia, Valencia, Toledo y Almería; una mujer española, de 24 años de edad, residente en Alicante; y un hombre marroquí, de 35 años, residente en Madrid. Cuatro de ellos han ingresado en prisión por orden de un juzgado de Murcia.

            Además, en el marco de la Operación Góndola fueron recuperadas las siguientes máquinas: dos plataformas elevadoras (una con valor de 30.000 € y la otra de 40.000 €); una excavadora; un martillo hidráulico (valorado en 190.000 €);  dos torres de iluminación con grupo electrógeno; y dos manipuladores telescópicos.

            Esta primera fase de la operación supuso el inicio de otras operaciones relacionadas con los mismos hechos y en las que se constató la existencia de otros grupos criminales que, si bien se dedicaban a lo mismo y casi operaban en idénticas zonas, presentaban pequeñas diferencias en como llevaban a cabo sus acciones. Aunque los grupos parecerían haber actuado de forma autónoma, una vez concluidas las actuaciones, se deduce que tienen varios puntos convergentes, e incluso alguno de los implicados en los hechos ha operado con varios de los grupos detectados y desarticulados. Igualmente, los destinos de las máquinas sustraídas en la mayoría de los casos son idénticos, independientemente del grupo que las comercializara.

            Además, las sucesivas investigaciones permitieron poner al descubierto un grupo de intermediarios conectados entre sí y que intervienen en las operaciones de venta de las máquinas sustraídas, con independencia de cual sea el grupo que las ha conseguido.

            Añado yo: pese a todos los esfuerzos policiales, estos detenidos fueron puestos en libertad poco después y volvieron de inmediato a robar maquinaria pesada, viendo que esto es Jauja. Sigamos leyendo a la OPC:

            Operación KAYAK

            En el mes de mayo de 2012, los investigadores detectaron otro grupo criminal organizado asentado en Madrid y dedicado al alquiler ilegal y posterior apropiación de maquinaria mediante la utilización de identidades falsas.

            Por parte de los investigadores se estableció el correspondiente control operativo sobre las máquinas alquiladas, el cual desembocó en la detención de cinco personas, toda vez que, además del hecho de presentar documentación falsa para lograr el alquiler de las máquinas, pretendían sustraerlas.

            En un primer momento trasladaron las máquinas desde el lugar de descarga –donde ficticiamente iban a realizar trabajos– hasta un punto elegido por la organización, donde, de forma más discreta, pretendían ocultar las máquinas en el interior de un vehículo remolque tipo frigorífico, y así eludir un posible control de las mismas y, finalmente, exportarlas ilícitamente del país.

            El destino final de las máquinas estaba previsto que fueran determinados países extracomunitarios, toda vez que se pretendía su traslado, en el remolque frigorífico, hasta la ciudad de Valencia, donde serían embarcadas con destino a dichos países.

            En la Operación Kayak fueron detenidas las siguientes personas: tres varones españoles, de entre 34 y 41 años, residentes en Ávila, Segovia y Guadalajara; y dos rumanos de 28 años, residentes en Madrid.

            Las máquinas recuperadas en esta operación fueron las siguientes: una retroexcavadora mixta y un manipulador telescópico.

            Operación ÍCARUS

            Continuando con las actuaciones, en el mes de octubre de 2012 y fruto de las labores de análisis criminal que realizaban los investigadores para desarticular otro grupo delictivo organizado –distinto a los ya desarticulados con las operaciones GÓNDOLA y KAYAK–, la Guardia Civil detuvo a otras 15 personas por pertenecer a una red organizada que se dedicaba al alquiler de máquinas de obra de gran envergadura en las provincias de Murcia y Albacete para su posterior manipulación y subasta en Internet. Los principales destinos eran países del norte de África y del Golfo Pérsico.

            En el marco de la que se denominó Operación ÍCARUS, se investigó la situación legal de más de un centenar de máquinas que estaban en poder de la organización, inmovilizando 80 de ellas. Además, se llevaron a cabo nueve registros en locales y almacenes propiedad de la red delictiva, cuatro en Mula (donde tenían su centro operativo), dos en Barqueros (Murcia), dos en Sangonera La Seca (Murcia), y uno en Librilla (Murcia), así como una inspección en Castellón, donde se recuperaron 5 máquinas que ya habían sido vendidas por Internet a terceros países, una de las cuales ya estaba en un camión camino de Italia.

            Se estima que dicha organización había comercializado hasta el momento de su desmantelamiento unas 70 máquinas por un valor cercano a los 40.000 euros cada una. Se calcula que el beneficio medio obtenido por cada una de las máquinas sustraídas superaba con mucho el 700% del capital invertido para sustraerlas, es decir, el dinero que se pagaba en concepto de alquiler y otros gastos (transporte, pagos a colaboradores, etc.).

            Según las investigaciones llevadas a cabo, el líder de la trama ÍCARUS creó un laberinto de empresas tapadera que controlaba por medio de un colaborador, al que tenía coartada su voluntad por haber contraído con él una elevada deuda económica. Éste a su vez utilizaba a su padre, hermano y un vecino como testaferros al frente de las sociedades por medio de las cuales vendían las máquinas sustraídas.

            Además, contaba con una persona que controlaba al resto de integrantes que alquilaban las máquinas. Éstos eran empresarios con dificultades financieras y personas con deudas por consumo de drogas. Se encargaban de alquilar las máquinas y de sustraerlas posteriormente a cambio de pequeñas compensaciones económicas o de poder saldar sus deudas.

            La red utilizaba las identidades de alguno de sus clientes o proveedores para adquirir los teléfonos utilizados en los hechos y para alquilar una nave industrial donde ocultaban, modificaban y volvían a identificar las máquinas sustraídas.

            Los detenidos en la Operación ÍCARUS son 12 españoles, con edades comprendidas entre los 28 y los 66 años de edad, residentes en Librilla, Murcia, Mula y Torre Pacheco; y dos españolas de 29 y 41 años, residentes en Librilla y Los Alcázares.

            Las máquinas recuperadas en la Operación Ícarus fueron las siguientes: tres plataformas elevadoras y dos plataformas articuladas (éstas, valoradas en torno a los 44.000 € cada una).

            Operación ARREAKE

            En el mes de octubre de 2012, la Guardia Civil asesta un nuevo golpe a otra organización criminal dedicada a la sustracción de maquinaria pesada de obra civil, en este caso en colaboración con las unidades de seguridad ciudadana de la Región de Murcia.

            En el marco de la Operación ARREAKE, fueron detenidos los cuatro integrantes de la red, que previamente habían sido sorprendidos cuando preparaban la salida del país de varias máquinas, las cuales fueron recuperadas en su totalidad. El destino de las máquinas era Holanda, desde donde con posterioridad estaba prevista su exportación a países de Oriente Medio como Irán.

            La laboriosa investigación desarrollada permitió a los agentes comprobar cómo las personas que pretendían exportar las máquinas habían obtenido unas facturas falsas para ocultar su procedencia ilícita.

            Posteriormente se comprobó cómo las máquinas habían sido sustraídas en distintas obras de Guadalajara, Valencia, Albacete y Murcia y, después transportadas hasta un inmueble de Mula, donde se almacenaban hasta gestionar su distribución ilegal.

            La Guardia Civil procedió a la detención y posterior puesta a disposición judicial de los cuatro integrantes del grupo delictivo, identificados como: un holandés de 43 años, residente en dicho país, considerado el cabecilla de la red; otro holandés de 42 años, residente también en ese país; y dos españoles de 26 y 35 años, residentes en Madrid.

            Las máquinas recuperadas en la Operación Arreake fueron las siguientes: un rodillo compactador valorado en unos 67.000 €; dos motoniveladoras valoradas en torno a los 350.000 € cada una; un grupo electrógeno valorado en 80.000 €; y un semirremolque plataforma valorado en 10.000 €.

            Operación RETORNO

            Finalmente, en el mes de diciembre de 2012, la Guardia Civil de la Región de Murcia junto con la Policía Nacional, en el marco de la Operación RETORNO, procedió nuevamente a la desarticulación de una organización criminal dedicada a la sustracción de maquinaria pesada de obra civil en varias partes del territorio nacional, la cual se saldó con la detención e imputación de un total de 16 personas como presuntos autores de delitos de estafa y pertenencia a organización criminal, y con la recuperación de siete de las once máquinas de las que la organización se había apropiado con intención de enviarlas a otros países.

            Ya desmantelada en mayo de 2012

            Con la fase de explotación de la denominada Operación Góndola, ambos Cuerpos policiales habían logrado desarticular la organización criminal dedicada a la sustracción de maquinaria de obra civil y posterior venta ilegal en varios países no comunitarios, que había venido actuando al menos desde el mes de agosto de 2011 en distintos puntos del territorio nacional.

            Dicha operación había llevado consigo, entre otras actuaciones, la detención de los máximos dirigentes del referido grupo criminal, que ingresaron en prisión por orden judicial.

            Detectados por su modus operandi y la excarcelación de sus líderes

            Transcurridos varios meses, la benemérita comenzó a detectar nuevos alquileres fraudulentos de maquinaria de obra civil con el propósito final de lograr la sustracción de maquinaria, un “modus operandi” ya empleado por el grupo criminal desmantelado.

            Así, los autores de los hechos volvían a utilizar identidades de personas físicas y jurídicas falsas en el momento de alquilar la maquinaria, o bien se hacían pasar por administradores de sociedades que, aún siendo reales, no guardaban vínculo alguno con los mismos. En otros casos utilizarían sociedades sin actividad real y empleadas únicamente para la comisión de sus ilícitos.

            Tal forma de actuación, unida a la salida de prisión de los miembros que habían sido encarcelados con la explotación de la Operación Góndola, llevó a los investigadores a la creencia de que se encontraban ante una re-activación o una re-estructuración del grupo desarticulado meses antes.

            La OPC no lo dice, pero lo digo yo: ¿¿para qué demonios los excarcelan los jueces?? En demasiadas ocasiones es verdad el tópico de que los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra. Ahí está esa Operación Retorno, es decir: los mismos de la Operación Góndola, detenidos con pruebas por la Guardia Civil, otra vez en la calle para seguir haciendo lo mismo unos meses más tarde.

            Se comparten datos con el Cuerpo Nacional de Policía

            Como en ocasiones anteriores y debido a la dispersión de acciones cometidas por el grupo criminal, que actuaba en todo el territorio nacional, muchas veces en demarcación territorial de la Policía Nacional, la Guardia Civil cruzó sus investigaciones con las que tenía en marcha dicho cuerpo policial, lo que motivó que, y tras la perceptiva reunión de coordinación, se estableciera una operación conjunta de ambos cuerpos.

            Las intensas actuaciones posteriores sobre la organización permitieron localizar a sus miembros más importantes, comprobando que, efectivamente, eran algunos de los integrantes ya detenidos, y que estaban actuando nuevamente en la Región de Murcia y diversas localidades de las provincias limítrofes de Alicante y Valencia. 

            Más detenciones y recuperación de maquinaria

            Fruto de las investigaciones practicadas se pudo frustrar el intento de robo de diversa maquinaria que pretendían sacar ilícitamente del país, ocultas en el interior de un contenedor de transporte marítimo, con destino a países del norte de África, tras lo cual fueron registrados varios domicilios y detenidas seis personas e imputada una séptima.

            Con posterioridad fue recuperada otra máquina de obra pesada que había sido sustraída en la Región de Murcia, y que el grupo criminal pretendía vender en el territorio nacional a otra organización que era conocedora de la ilícita procedencia de la máquina, amparando toda operación de compra/venta con documentación falsificada.

            Además, se tuvo noticia de la pretensión del grupo criminal de alquilar una nueva máquina en la provincia de Madrid con el objetivo de su posterior apropiación y exportación ilegal a terceros países, en este caso, a compradores de Irak.

            Ello motivó el establecimiento de un control operativo sobre la máquina alquilada, el cual desencadenó la detención de once personas, dispersas por varias provincias del territorio nacional, la localización de una nave en provincia de Alicante, en la cual la organización pretendía ocultar la máquina sustraída, y la práctica de diversos registros en varios domicilios y sedes mercantiles.

            El análisis de la documentación intervenida proporcionó la información suficiente para conocer una nueva forma de exportar las máquinas previamente sustraídas por la organización con destino a países de Oriente Medio: haciéndolo primeramente por vía terrestre hacia países comunitarios y, desde éstos, realizar la exportación a destino, vía marítima, a través de sus puertos.

            La Operación Retorno llevó consigo la detención de las siguientes personas: trece varones españoles, con edades comprendidas entre los 22 y los 58 años, residentes en Murcia, Lorca, Alcantarilla, Librilla, Alicante, Lleida, Valencia, Toledo y Ciudad Real; un mauritano de 39 años, residente en Valencia; un rumano de 27 años residente en Murcia; y un alemán de 38 años sin domicilio conocido.

            Además, fueron recuperadas las siguientes máquinas: una minicargadora (24.000 €), una miniexcavadora, un dumper giratorio, un implemento cazo -debe de ser la típica cuchara de la excavadora que se puede poner y quitar-, una carretilla excavadora (27.000 €), un grupo electrógeno (17.000 €) y un manipulador telescópico (70.000 €)...

            ...cuyos dueños, sin duda -añado yo-, le estarán dando las gracias a los jueces de la Operación Góndola que dejaron en libertad a los imputados.

            Balance actual de la macro-operación, aún abierta

            El saldo total de las actuaciones practicadas desde el mes de agosto de 2011, en que se iniciara la macro-operación, y que engloba las operaciones GÓNDOLA, KAYAK, ICARUS, ARREAKE Y RETORNO, es de 47 personas detenidas o imputadas y 25 máquinas, valoradas en más de un millón de euros, recuperadas.

            Las actuaciones aún continúan abiertas, por lo que no se descartan nuevas actuaciones, tanto en el ámbito nacional, como en el internacional.

            Los investigadores han tenido que emplearse a fondo para concluir sus indagaciones ya que sus experimentados rivales, la mayor parte de ellos con un amplio historial delictivo, habían urdido un método de difícil esclarecimiento

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            Más cosas. Otra nota de la OPC nos informa de la detención de un conductor homicida: circuló en dirección contraria durante más de 17 kilómetros por la zona de Los Alcázares bajo el efecto de las drogas.

            En concreto, iba por la autopista de peaje AP-7, en el carril en dirección a Alicante, sólo que en sentido contrario. Mientras la Guardia Civil, alertada por el 112, movilizaba sus patrullas, un guardia libre de servicio logró advertirle de que estaba yendo en contradirección. Entonces el infractor dio media vuelta y siguió circulando en la buena dirección, como si no hubiera pasado nada, hasta que fue interceptado por una patrulla a la altura de Los Alcázares.

            Se trata de un chileno de 48 años, residente en Almoradí (Alicante), que conducía bajo los efectos de las benzodiacepinas, una sustancia presente en medicamentos para dormir.

            La nota de la OPC añade literalmente lo siguiente:

            Con esta actuación se ha evitado la ocurrencia de un accidente de circulación de resultados imprevisibles,  como el que ocurrió precisamente el día 01 de enero de 2012,  cuando un conductor que circulaba por la autovía A-30, en sentido contrario y bajo la influencia de drogas, colisionó con varios vehículos a la altura del Puerto de la Cadena, resultando varias personas heridas de diversa consideración.

            Este tipo de delitos, se encuentran recogidos en el Código Penal y pueden ser castigados con penas que van desde la  prisión de 6 meses a 2 años y por multa de 6-12 meses o con trabajo en beneficios de la comunidad de 31-90 días, y en cualquier caso, con la privación de derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 6 años.

            Para la prevención y disuasión de estos comportamientos, el Sector de Tráfico de Murcia viene realizando pruebas que detectan la presencia en el organismo de sustancias que alteran el estado físico o mental apropiado para conducir sin peligro, concretamente cocaína, opiáceos, THC (cannabis y derivados), anfetaminas, metanfetaminas y benzodiacepinas

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            La Guardia Civil también ha detenido al presunto autor de dos robos con intimidación en tiendas en la pedanía murciana de Llano de Brujas. Reproduzco la nota de la OPC y destaco que, también en esta ocasión, se trata de un sujeto con numerosos antecedentes. Hasta que -Dios no lo quiera- mate a alguien y entonces se quede un par de años -tampoco serán más- entre rejas.

La Guardia Civil detiene al presunto autor de dos robos con intimidación en establecimientos públicos

Para intimidar a los empleados utilizaba un cuchillo de grandes dimensiones

En unos minutos cometió sendos atracos, instantes antes del cierre de los establecimientos para intentar conseguir el máximo botín posible

El detenido posee numerosos antecedentes por la comisión
de hechos delictivos similares



Murcia, 04 de enero de 2013.- La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado una investigación con la finalidad de esclarecer dos robos con violencia e intimidación cometidos el pasado fin de semana en Llano de Brujas-Murcia, que se ha saldado con la identificación, localización y detención de su presunto autor.

            El pasado sábado, día 29 de diciembre a última hora de la noche, un individuo, armado con un cuchillo de grandes dimensiones, en unos minutos atracó dos establecimientos públicos de Llano de Brujas-Murcia, huyendo a pie tras culminar su actividad delictiva.

            Para cometer los robos, ocultó su rostro con una prenda de vestir y esgrimió el arma blanca contra los empleados para intimidarles y así arrebatarles la recaudación diaria del local, ya que era la franja horaria próxima al cierre de los establecimientos.

            La Guardia Civil inició una investigación al detectar esta actividad delictiva, de la que se recabó valiosa información sobre la forma ilícita de actuación, así como de la persona que presuntamente se encontraba tras los atracos.

            Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, como la identidad y ubicación del sospechoso, se procedió a la localización y detención del presunto autor de los robos.

            Fruto de la investigación se ha procedido a la detención de una persona como presunto autor de delito continuado de robo con violencia e intimidación, identificado como un español, de 32 años y vecino de Llano de Brujas-Murcia. El detenido posee numerosos antecedentes por la comisión de hechos delictivos similares.

1 comentario:

  1. Muy interesante, no había oído nunca esta trama tan grande y orquestada pero me ha gustado mucho, enhorabuena por el blog Antonio

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