domingo, 18 de noviembre de 2012

Reapertura oficial de la iglesia de San Mateo



            Entras en la iglesia de San Mateo y lo primero que te llama la atención es el olor a pintura fresca. Muros blancos, impecables, a los que da miedo acercarse por si te dejas en la chaqueta alguna huella; suelos relucientes, nuevos, en los que las mujeres apoyan los tacones con suma cautela. El templo huele a nuevo, a recién acabado. Después de la iglesia de San Francisco, la de San Mateo ha sido la segunda en terminarse, gracias a los fondos del ministerio de Fomento.



        Aunque ya hacía algunas semanas que estaba siendo utilizado por los feligreses, e incluso ha sido el escenario de alguna boda, hoy a las ocho y media de la tarde se ha realizado su reapertura solemne, su devolución a los parroquianos, a todos los lorquinos y a los miles de visitantes de la ciudad, un año y medio después de los terremotos.



           Afuera estaban los de siempre: un mendigo joven y el hombre de las palomitas, que aprovecha todas las ocasiones para ganarse un euro honradamente. Dentro, cerca de cuatrocientas personas. Todos los bancos ocupados; asientos para las autoridades en las naves laterales, para dejar sitio. El Obispo entrando por la nave principal y varios grupos de personas saliendo de la sacristía apresurados, trayendo sillas de plástico para no pasar la misa en pie.

            Miradas hacia lo alto: hacia una cúpula que parece proyectarse hacia el cielo, pero de verdad, en forma de agujero en este caso blanco por el que se pudieran colar los espectadores.


           Miradas hacia el fondo, hacia ese altar en oro y azul, una auténtica obra de arte.



        Miradas hacia los muros, a los que aprovechando los daños de los terremotos se quitó el enlucido para dejar la piedra a la vista, algo que a mi juicio ha mejorado el templo y le ha dado una pátina de antigüedad.


         Miradas hacia el suelo para verse reflejados, como en los anuncios de la tele, y también para ver si se notaba el pavimento térmico, una de las innovaciones del San Mateo de después de la desgracia.


Y miradas hacia atrás, hacia un coro cuyos cánticos de pronto se vieron superados por el tañir de las campanas a rebato: un sonido tan habitual en todas las ciudades españolas, que en Lorca desde aquella tarde del 11-M se había convertido en un recuerdo de cuando la gente podía llevar una vida normal, una vida sin andamios y puntales.

            En un momento dado, el olor a pintura quedó en un segundo plano. Llegó el incienso. El obispo de Cartagena, monseñor Lorca Planes, salió de la sacristía en una pequeña procesión y entró por la puerta principal del templo. Silencio, emoción, otra vez el coro. Luego, la misa. Para los cristianos, el sentimiento de volver a encontrarse con el Señor en su parroquia de siempre; para los demás, la alegría de ver que un pequeño pedazo de Lorca ha vuelto a la normalidad. Algo que no nos debe hacer olvidar lo fundamental: que hay cerca de 8.000 lorquinos que siguen viviendo fuera de sus casas, con sus hogares convertidos en escombros. 

            Acabo esta mini crónica resaltando que el PSOE de Lorca se ha "congratulado" por la reapertura del templo, recordando que, a su juicio, ha sido posible gracias al compromiso expresado desde el primer día por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, llevado a cabo por el ex delegado del Gobierno Rafael González Tovar. El propio Tovar ha expresado en Twitter su orgullo por unas actuaciones -la suya, en cumplimiento de las instrucciones del Gobierno de Zapatero- que han logrado la reapertura de San Mateo.

            Por cierto, que a instancias de otro periodista y de un servidor, Tovar ha recordado la polémica por aquellas declaraciones suyas referidas a que solamente con cerrar la iglesia al público, sería una medida de emergencia correcta que no ocasiona gastos. Empleando Twitter, el ex delegado del Gobierno socialista ha puntualizado que: A las 24 horas del terremoto el Ministerio de Cultura inicia estudio del patrimonio. Elabora Plan, asume obras que hace. Orgullo, sí. Sólo aclarar que la polémica fue si el patrimonio era emergencia vital. Personas primero, defendí siempre.


3 comentarios:

  1. Buena crónica, compañero. Con fotos y al punto, lo suscribe otra periodista que vive frente a la iglesia y casi puedo leer tu artículo viendo las imágenes en movimiento. Un abrazo

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  2. Antonio.
    Que profesional eres!.Enhorabuena.
    Deseo que se cubran las necesidades vitales de los menos favorecidos, que las del alma se están cubriendo.
    Un abrazo
    Marta

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  3. Muy bueno el reportaje. Espero que todo Lorca se siga recuperando de la misma forma. Un beso

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