viernes, 30 de noviembre de 2012

Setas, motoras y una desaladora clandestina



            La Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil de Murcia nos informa de tres presuntos hechos delictivos bastante poco frecuentes.

            La primera actuación policial ha recibido el nombre de Operación Níscalo, porque la mercancía robada era precisamente este tipo de setas comestibles, y bastante apreciadas por el mercado. Los dueños de un vivero ubicado en la zona de Barranda y Caravaca denunciaron que habían entrado en su establecimiento y se habían llevado una gran cantidad de níscalos, además de almendras y huesos de albaricoque -que suelen utilizarse, por ejemplo, como combustible natural y muy eficaz en algún tipo de estufas-. Los denunciantes también declararon que les habían robado una furgoneta.

            La investigación policial logró dar con tres personas, que presuntamente se estaban dedicando a la venta ambulante de las setas robadas, utilizando el vehículo del vivero. Se trata de tres varones, uno español y dos rumanos, de entre 26 y 35 años de edad, residentes en Caravaca y con antecedentes.

            Una investigación más compleja se ha llevado a cabo en el término municipal de Murcia, en la denominada Operación Salmuera. Todo comenzó cuando el dueño de un club de golf denunció que las plantas y el césped de su negocio se estaban estropeando y secando, posiblemente por alguna anomalía en el subsuelo. La Guardia Civil llegó a la conclusión de que el agua subterránea tenía un exceso de sal, y comenzó a buscar alguna extracción ilegal de agua.

            Lo que se encontraron fue una auténtica planta desalobradora -que debe de ser un paso inferior a la desaladora-, ubicada a 2 kilómetros del campo de golf. Las instalaciones estaban aparentemente abandonadas, pero con ayuda de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura pudieron averiguar que desde allí se había excavado un pozo ilegal, que llevaba años sacando agua.

            Según los técnicos, el pozo había alcanzado los 300 metros de profundidad, y en el tiempo que llevaba funcionando podía haber extraído más de un millón de metros cúbicos de agua (es decir, 1.000 millones de litros, según la conversión facilitada desde la OPC), de manera ilegal, y además deshaciéndose de la salmuera de manera perjudicial para el medio ambiente: vertiéndola sin control en la superficie, e inyectándola de nuevo en el subsuelo a poca profundidad.

            Por estos hechos se ha imputado a dos varones cuya nacionalidad no ha trascendido: uno de 65 años, residente en Cartagena, y otro de 39 años con domicilio en San Javier. Entre otros delitos, se les imputa uno de usurpación de aguas.

            El tercer presunto delito esclarecido por la Guardia Civil tiene como escenario el Mar Menor. Dentro de la Operación Nautic, se ha detenido a una persona que presuntamente robaba embarcaciones atracadas en la albufera. Las cogía, les robaba los motores fueraborda y luego las abandonaba.

            El detenido es un lituano de 29 años, residente en San Pedro del Pinatar y con numerosos antecedentes. Se le imputan 15 robos de embarcaciones, además del uso de documentación falsa.
           

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