La reaparición de los informativos
de la TV autonómica 7 Región de Murcia, con caras conocidas presentando los
telediarios, ha hecho que mucha gente se plantee si 7RM ha vuelto, y por tanto
si todos los trabajadores que nos fuimos al paro en octubre volvemos a estar al
pie del cañón.
La respuesta es NO. La inmensa
mayoría de la plantilla que hizo posible los informativos y programas de 7RM en
los últimos seis años está en el paro, o buscándose la vida por su cuenta.
Me parece muy importante hacer
alguna aclaración, aunque no puedo concretar demasiado porque, por ejemplo, yo
estoy fuera de los servicios informativos de 7RM. Me he asociado con un par de
compañeros y ahora soy periodista free lance: por un lado tengo un pequeño
blog; por otro voy a los sitios, hago el reportaje y trato de venderlo.
La inmensa mayoría de las caras
conocidas por la audiencia de 7RM pertenecíamos a una empresa concesionaria
llamada Grupo Empresarial de Televisión de Murcia, conocida por sus siglas GTM.
Si alguien se acuerda, en nuestras furgonetas siempre aparecían los dos
logotipos: el siete con la barra horizontal y un rombo granate con las siglas.
Todos los periodistas que ustedes
veían en la pantalla éramos de GTM. Noemí Cánovas, Alejo Lucas, Cristina Jover,
Álvaro Peñafiel, Marta Martínez, Marienca Fernández, David Jiménez, Sergio
Gómez, Óscar Cervantes, Teresa García, Isabel Escribano, JR Abellán, Lorena
Tirados, Fran Sáez, Encarna Talavera... todos los nombres familiares de
informativos y programas, y todos los operadores de cámara, realizadores,
montadores, documentalistas, operadores de satélite, informáticos, etc...
El día 29 ó 30 de agosto -tendría
que consultar algún papel-, el Gobierno regional le dijo a GTM que el 1 de
septiembre iba a cancelar la concesión de los servicios informativos; es decir,
que GTM perdía a su único cliente. Recordarán que la noticia la había
anticipado el portavoz del PP, González Pons, un mes antes.
El Gobierno regional avisó un jueves
de que ese sábado la empresa GTM se iba al garete al perder su único cliente.
El viernes se hizo el último informativo; hubo lágrimas, aplausos entre
compañeros, antiguos amigos como Laura Monedero que vino desde Albacete, y con
un bombo importante, para acompañarnos en este mal trago, y otros que
desaparecieron sin decir ni adiós después de seis años.
Como era de esperar, la semana
siguiente la dirección de la empresa nos convocó a todos los trabajadores, uno
por uno, y nos dijo que GTM había perdido a su único cliente, por lo que
quedábamos suspendidos de empleo, no de sueldo, mientras se empezaba a negociar
el ERE.
Ahora que ya no dependo, ni
dependeré, de GTM, debo decir que la empresa no se ha portado mal con los
trabajadores. Hemos llegado a un punto en que hay que dar las gracias porque te
despiden, pero sin dejarte deudas. Hemos cobrado todas las nóminas en su
momento, ya tenemos ingresados la indemnización y el finiquito, y GTM, que yo
sepa -y lo habría sabido porque estuve en el Comité de Empresa- no tiene
ninguna deuda con ningún ex trabajador.
Bueno. A la hora de negociar el ERE,
los sindicatos CCOO y UGT aportaron sendos abogados, porque tenían
representación en el Comité de Empresa. Además de ellos, entre los trabajadores
pagamos a escote los servicios de los abogados Antonio Sempere y Fermín Gallego;
nuestros letrados, y pienso que la buena voluntad de GTM, nos consiguieron 30
días de salario por año trabajado. Entro en detalles que son privados, pero desde
que fui contratado por GTM y enviado a Lorca me he dado cuenta de que todo el
mundo en esta Región sabe perfectamente -o dice saber- lo que se cuece dentro
de 7RM, por eso no me molesto en reservarme estos datos.
De acuerdo con la ley, a finales de
septiembre se cerró el ERE, y a los trabajadores se nos indicó que el 12 de
octubre se extinguiría nuestro contrato de trabajo. Desde esta fecha, en GTM
sólo quedan una docena de personas, entre informáticos, personal de
mantenimiento y demás.
Desde el 12 de octubre, y hasta el
pasado lunes, 7RM ha estado emitiendo íntegramente programación en lata. Esto
es, programación grabada y emitida, en algunos casos en 2006. Si el despido de
los casi 270 trabajadores de GTM fue injusto y precipitado, lo que vino en los
dos meses siguientes fue un ejemplo de la chapuza nacional. A Manolo el
Patiñero lo hemos sacado de la tumba al menos en tres ocasiones; a mí se me han
saltado las lágrimas literalmente viendo entrevistar al concejal totanero Valverde
Reina, que siempre fue tan amable con la prensa. Lorena Tirados ha hablado de
las lluvias de Mula cuando estábamos en plena ola de calor.
Y viceversa: ha habido unas riadas
devastadoras, sin parangón en las últimas décadas, y no ha habido una cadena
regional que alertase, informase, tranquilizase, ayudase a la audiencia. Las
necesidades de Lorca, de Puerto Lumbreras, de Totana... el terremoto de Yecla,
las ferias lorquinas (Grande, Chica, Ganadera, Canina, Artesana, de
Automoción), que habrían ayudado TANTO a la ciudad herida... Y es que Valcárcel
pensaba que podía hundir GTM y mandar al paro a los trabajadores un viernes, y
tener el lunes una televisión en perfecto estado de revista. Me dicen que iba
echando venablos por la boca al ver que pasaban las semanas y 7RM no arrancaba.
Pues imagínense las conversaciones de los ex de GTM al ver que nosotros
estábamos parados, tocándonos las narices, y no había nadie que pudiera ir a
las riadas y a las zonas devastadas, a informar a nuestra querida audiencia.
Valcárcel anduvo buscando un sitio
desde donde emitir, como fuera y en las condiciones que fuera, siempre que no
le saliera demasiado caro en términos económicos. Se habló de Thader, en Molina
de Segura. Luego se dijo que emitiría desde La Verdad. También se habló de
contar con TVE. Yo mismo les iba a prestar mi garaje, triste por el nivel de ridiculez
al que se estaba llegando.
Al final se ha hecho un apaño.
Verán: antes, un periodista de GTM y un cámara -de GTM o freelance- iban a los
sitios, ponían el micrófono, grababan las imágenes, volcaban la grabación en
los estudios de GTM, y se emitía el telediario o el programa de turno, con
presentadores de GTM (Noemí, Tomás, Teresa, Óscar, Ana Salar) o del Ente
público, contratados por el Gobierno regional (Marta Morenilla, Juan Cervantes,
y Nacho Gómez en los últimos tiempos: un compañero que empezó en GTM y por
méritos propios fue contratado por el Ente).
Ahora ustedes ven en la tele los
informativos presentados por los editores del Ente, que al no ser de GTM no se
fueron al paro. Por eso han visto a Juan Cervantes, Marta Morenilla y Nacho
Gómez.
Las noticias las graban personas
dependientes de una u otra empresa, dependiendo de la ciudad. En Cartagena se
ha vuelto a contratar a un cámara free lance, pero las antiguas periodistas,
las dos Silvias, están en el paro. En Murcia hay dos periodistas que dejaron
GTM hace algunos años. En Lorca las grabaciones las hace Comarcal TV, y un servidor
y su cámara de siempre, Óscar Peña, estamos reinventándonos,
como se dice ahora. En Yecla hay otra gente, pero la entrañable y animosa
Patricia Azorín también ha ingresado en las filas del SEF. Y un largo etcétera...
digo corto etcétera, porque la 7RM de toda la vida la formaban cerca de 300
personas de GTM, mientras que ahora se ha contratado, siendo generosos, a 50,
cada uno con un patrón diferente.
De lo que hay ahora, algunos trabajadores
son del Ente público, otros de Secuoya, hay media docena de ex compañeros de
GTM, hay otra media que sigue contratada por GTM porque la nueva 7RM sólo emite
un informativo real y las otras 23 horas del día se sigue recurriendo a lo grabado
en su día -o en su año- por GTM. Se dice que van a recurrir también a
periodistas de Onda Regional, de la radio, para que pongan el micro.
Es decir, que un cámara de Secuoya y
un periodista de Onda Regional podrían grabar la noticia, para que la monte un
editor del Ente público y haga la realización del informativo un ex trabajador
de GTM, todo ello desde las instalaciones de La Verdad en Monteagudo, y el
resto del día se emitan programas de GTM del año 2006.
¿Verdad que no es lo mismo?
Por supuesto, que la culpa no es del
cámara de Secuoya, ni del editor del Ente, ni del técnico repescado de GTM.
Ellos hacen lo que pueden, y me imagino que no será plato de gusto. Pero esto
es lo que pasa cuando recortamos sin pensar en las consecuencias.
Este mismo verano, 7RM / GTM se
llevó el Premio Iris de la Academia Nacional de Televisión, por la excelente
calidad de uno de sus informativos. Ahora el tinglado que han montado entre
Valcárcel y su recortador de cámara, Juan Bernal, podría hacerse acreedor a la
página de portada de la Celtiberia Show del maestro de periodistas Luis
Carandell.
Hay quien si que informó de unas riadas devastadoras, sin parangón en las últimas décadas, y alertó, informó, tranquilizó, ayudó a la audiencia.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=iCmU2QJ59sw
http://www.youtube.com/watch?v=IPsGR-PPrHk
http://www.youtube.com/watch?v=J0SZ2irIOEs
Cierto es lo que dices, que es una auténtica chapuza lo que han hecho. Que los profesionales de ese medio no se merecen eso y que lo que tienen ahora, es símplemente, un megáfono para Valcárcel y sus consejeros.
Secuoya? Esa no es una de las empresas del Rodiguez... Ex portavoz del gobierno PP en la época de Aznar...?
ResponderEliminarSí, está vinculada a Miguel Ángel Rodríguez. Es una de las productoras privadas que se está abriendo camino aprovechando las externalizaciones de las teles regionales.
ResponderEliminarY por qué no hablabas así de Valcárcel durante el tiempo que estuvo 7 RM en abierto?
ResponderEliminarQué pasa ahora?